Cada vez falta menos para la mayor celebración de nuestro país, y en Foodinea seguiremos platicándote acerca de los platillos y los lugares más emblemáticos de nuestro país, que sin duda tienen importancia en la formación cultural del México independiente que hoy en día todos disfrutamos. Hoy toca el turno de un platillo cuya historia se remonta a una leyenda muy llamativa y que se ha convertido en uno de nuestros favoritos, además de un símbolo de fiesta entre los cocineros que los preparan y los gustosos comensales que lo prueban en sus muy distintas presentaciones durante el Grito de Independencia el 15 de Septiembre o en cualquier época del año: Te hablamos del pozole.
En un principio, los historiadores españoles cuentan que este platillo les impactó de una manera poco grata, ya que uno de sus ingredientes era la carne humana. A pesar de la exuberancia de esta historia, nunca se ha podido comprobar que sea cierta. Sin embargo, de lo que sí tenemos certeza, es de su forma de preparación y de sus ingredientes principales, que se han ido pasando de generación en generación como una receta oral. Es el maíz, como en muchos de nuestros grandes platillos, el principal ingrediente del pozole. Los granos del maíz se hierven hasta “abrir”.
El pozole es, principalmente, un caldo de maíz. Los granos se expanden, casi como las palomitas de maíz, debido al calor del agua en que se hierven, dándole un sabor excepcional a los mismos. Este caldo suele complementarse con otros vegetales como la cebolla, los rábanos y la lechuga, además de condimentarlo con orégano y chile molido. Aunque en un principio el pozole se consumía de manera ritual por los altos mandos del gobierno y la religión prehispánica, ahora es un placer de muchos de nosotros, y como te comentábamos al inicio de la nota, no solo de los comensales sino también de los cocineros que lo preparan.
En diversas zonas del país se acostumbra acompañar o preparar el pozole de muy diferentes formas, todas ellas características de sus lugares de origen: ya sea que se consuma con tostadas o que se prepare con carne de pollo, cerdo, res o incluso sardinas o chicharrón de puerco en el estado de Guerrero, o en Colima, donde se sirve el platillo sin caldo, dando un papel estelar a los granos de maíz y un guisado para acompañar. Las variedades del pozole son tantas como los mismos cocineros que lo preparan, y en estas fiestas, no puedes perderte la oportunidad de probar al menos una especie de pozole: El más famoso incluye pollo deshebrado, los granos y el caldo de maíz y una variedad de chiles rojos para dar ese sabor característico picosito. ¿Has probado o conoces alguna otra receta de pozole? Compártela con nosotros.
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