En 2010, la UNESCO decidió incluir a la cocina tradicional mexicana dentro del patrimonio cultural inmaterial. ¿Qué significa esto? ¡Que nuestra gastronomía también es cultura! la cocina mexicana va mucho más
allá de preparar los alimentos y consumirlos: desde el momento en el que
producimos los ingredientes, hasta los lugares y las formas en los que
disfrutamos de nuestra comida, son únicos en todo el mundo y por ello la
UNESCO, junto con la cocina japonesa, la francesa y la mediterránea, ha
decidido protegerles para que perduren de generación en generación. Para que
entiendas mejor a qué me refiero, estas son 5 características que hacen de la
cocina mexicana patrimonio cultural:
- Actividades agrarias
Los principales ingredientes de
la gastronomía mexicana son el frijol, el chile y el maíz. Estos tres
ingredientes se producen de manera ancestral en las “milpas”, campos de siembra
en los que además se cosechan calabazas y otros vegetales... Pero, ¿por qué
ancestral? Desde la época prehispánica, los primeros grupos que habitaron el
territorio que hoy comprende México, encontraron en sus tierras fértiles la
oportunidad de sembrar con éxito una gran variedad de vegetales, leguminosas y
cereales. Estas técnicas de siembra y cosecha perduran y se siguen inculcando
en las nuevas generaciones.
- Prácticas rituales
- Prácticas rituales
La elaboración de los alimentos
en México es en sí, un ritual. Tal es el caso de bebidas como el pulque, cuya
elaboración se da en un ambiente prácticamente sagrado, en el que se reza y se
pide por la buena producción. De igual forma, el pan artesanal, las tortillas y
el mole, son alimentos que se pueden ver comúnmente en las ofrendas a los
santos y los seres queridos que fallecieron, en celebraciones como las fiestas
patronales y el Día de Muertos.
- Conocimientos prácticos antiguos
- Conocimientos prácticos antiguos
Los conocimientos empleados en la
producción de los ingredientes y en la misma elaboración de los alimentos es uno
de los aspectos más interesantes de la cocina mexicana. Durante años, la manera
en la que se preparan los platillos típicos en el país llega a variar muy poco.
Aunque hoy existan muchas variedades, por ejemplo, de moles o enchiladas, las
maneras clásicas de la preparación de los alimentos perdura. De generación en
generación, los adultos enseñan a los más jóvenes las técnicas tanto de la
preparación como de la producción de los ingredientes base en la gastronomía
mexicana.
- Técnicas culinarias y costumbres
- Técnicas culinarias y costumbres
Dentro de los conocimientos prácticos,
se encuentra la técnica culinaria. Estas técnicas culinarias son como las
recetas que se siguen al pie de la letra para hacer, por ejemplo, tortillas. La
repetición de dichas técnicas culinarias lleva a que estas se conviertan en
costumbres y aunque se cambien los ingredientes, al final se obtenga un
producto muy similar al de la técnica culinaria que marca la costumbre.
- Modos de comportamiento comunitarios ancestrales
- Modos de comportamiento comunitarios ancestrales
Esta característica de la cocina mexicana
también resulta una de las más interesantes, y es que como mexicanos,
generalmente no le prestamos tanta atención. Los modos de comportamientos comunitarios
ancestrales consisten en, por ejemplo, los habitantes de cierto lugar que se
dedican a hacer un platillo típico de la región. Muchas comunidades tienen esto
como un proyecto autosustentable de cocina típica: grupos de personas se reúnen
para la siembra, la cosecha y la cocción de los alimentos, haciendo de esto su
forma de trabajo, apoyándose entre vecinos o familiares.
Estas son solo algunas de las
cosas que más amamos de nuestra comida y que la UNESCO decidió reconocer con el
título de patrimonio cultural. ¿Hay algo más que debería ser reconocido en la
gastronomía mexicana?
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