La cocina mexicana se distingue por las muchas formas en las que se puede preparar un mismo alimento, por ejemplo, los elotes: en el mole de olla, con chile, en esquites o para hacer la masa de las tortillas de los tacos. De igual forma podemos hablar de ingredientes como el chile, los frijoles y muchos más. Entre estos alimentos que caen bien en cualquier platillo, está el amaranto, que se utiliza para hacer tamales, dulces y condimentar recetas más elaboradas
El amaranto es una planta que se
aprovecha en su totalidad, pero generalmente vemos que se utilizan los granos
de esta para las “Alegrías”, dulces típicos mexicanos que se hacen con miel y a
veces con chocolate. Los granos se untan con la miel y se forma una palanqueta
que puede, además, tener una capa de chocolate por encima. Las alegrías son uno
de los dulces mexicanos más reconocibles por su sabor y su presencia en prácticamente
todo el país. Por su dulzura, el amaranto se utiliza de muchas formas que van
desde los tamales, hasta las salsas y las cremas.
Además de ser uno de los
ingredientes favoritos de los mexicanos, el amaranto tiene muchos beneficios a la salud, tantos que incluso la NASA lo consideró para el consumo de los astronautas en el espacio, esto debido a que es un alimento práctico y nutritivo
con una gran capacidad para mantenerse comestible en situaciones extremas y con
una buena cantidad de proteínas. Incluso, en México, país donde más se consume
esta planta, existe un centro de investigación que se dedica a difundir
información sobre su consumo, las formas en las que puede preparase y los
distintos productos tradicionales que se elaboran con él.
Hace poco hablamos acerca de la cocina mexicana y como la UNESCO decidió declararla patrimonio cultural intangible de la humanidad. Entre las cosas que hacen de la gastronomía de nuestro
país algo digno de tal reconocimiento, están las tradiciones que existen alrededor
de nuestros alimentos, como el amaranto, que se produce desde la época prehispánica
en toda América, pero específicamente en el centro y sur del continente. Los
aztecas fueron productores de esta planta y así es como, a través de las
generaciones, llegó a nosotros para que la pudiéramos disfrutar en todas sus
presentaciones: ¡incluso hay quien lo utiliza para adelgazar!
La creatividad de la gastronomía mexicana es
interminable y el amaranto es una muestra de ello. A través de la historia, el
cultivo de esta planta ha permanecido en la tradición mexicana y junto con su
cocina, la forma en la que la encontramos ha ido evolucionando. Solo
consumiendo toda la gama de alimentos que se elaboran con él, podemos continuar
con esta tradición. Además de ser rico y nutritivo, el amaranto es parte de la
cultura mexicana, ¡dale la oportunidad a los dulces típicos!
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