La cocina mexicana es una de las más amplias y reconocidas en todo el mundo. Dulce, salado, picoso, amargo, y todos los sabores encuentran su lugar en la milenaria tradición culinaria que ha llevado el nombre de nuestro país a trascender fronteras, a llenarnos de orgullo exportando productos como el mole o el cacao y forjar nuestras propias denominaciones de origen, es decir, productos tan nuestros, que no pueden hacerse en ninguna otra parte del mundo como los hacemos aquí. Sin embargo, nada de esto sería posible sin un ingrediente, la piedra angular de toda nuestra cultura gastronómica, y el que de una u otra forma siempre incluimos en nuestra dieta: en dulces, platillos, bebidas y complementos, el maíz siempre forma parte de la mesa mexicana.
Aquí te hemos platicado de todos los beneficios que tienen los productos hechos con maíz, desde las vitaminas y minerales de las tortillas hasta la practicidad de los tamales, pero ¿sabes de donde viene el maíz que se utiliza para preparar esos y más alimentos? El maíz es una de las plantas más antiguas y resistentes de las que se tiene registro. Gobiernos de todo el mundo experimentan con los granos de esta planta en condiciones extremas, generalmente con resultados positivos. Pero, volviendo a su origen, el maíz es una cosecha mesoamericana que debe su expansión a la gente... ¿a qué nos referimos? A que sin la mano del hombre, el maíz permanecería como una planta silvestre, aislada y sin gran extensión, ya que sus semillas se encuentran protegidas por la hoja misma de la planta y muchas veces estas no lograban llegar al suelo para que la planta volviera a crecer, como lo hacen las flores en la polinización, por ejemplo.
