El Chocolate: Orgullo mexicano para el mundo

El chocolate es un dulce que todos hemos probado sin importar su presentación: En barra, en una taza humeante con leche y prácticamente como un sabor en cualquier golosina: loas pasteles, los helados y demás postres que han convertido a este derivado del cacao en uno de los ingredientes más cotizados en el mundo, tanto que algunos afirman que incluso se aproxima una crisis de este producto... Pero no siempre fue así. Sobre todo en nuestro país, ya que, en México, el cacao se ha utilizado desde hace mucho tiempo y con fines que en un principio ni siquiera tenían que ver con la alimentación. Al menos no directamente. Si quiere entender mejor a qué me refiero, sigue leyendo.

Pues sí, por increíble que parezca, en México no se utilizaba el cacao para comérselo directamente. Al principio, la semilla del cacao era utilizada como una moneda de cambio, la manera en la que los comerciantes y los habitantes de los pueblos prehispánicos podía realizar sus actividades comerciales era gracias al cacao, que tenía un cierto valor monetario acepta por las comunidades y esto permitía el intercambio de mercancías y hasta el pago de impuestos. Algunas veces se llevaba a cabo el trueque, práctica muy común en todas las civilizaciones de América, consistente en intercambiar un producto por otro. Cuando los negociantes no lograban ponerse de acuerdo, el trueque solía ponerse a la par con cacao.

Poco después, el cacao fue utilizado como una bebida ritual que se preparaba para conmemorar las fechas especiales de las antiguas civilizaciones mesoamericanas. Esta bebida raramente estaba al alcance de los ciudadanos y era degustada únicamente por los sacerdotes y los gobernantes, así como las altas esferas militares de las grandes ciudades aztecas. Es por ello que actualmente conocemos a esta bebida (y a prácticamente todos los derivados del cacao) como chocolate, adaptación española del náhuatl xocolatl.

Actualmente, todos podemos probar el chocolate sin importar si lo preferimos amargo, en bebida caliente, con otros sabores como la vainilla, mandarina, jamaica y todas las combinaciones posibles que se nos puedan ocurrir. Esta versatilidad del chocolate es una de las características que muchos expertos de la cocina han visto en él para experimentar, crear nuevas recetas y llevarlo a nuevos horizontes. Actualmente, el chocolate se exporta (aunque también se produce ahí) a países como Francia, Suiza e Inglaterra. Hace poco platicamos acerca de las denominaciones de origen, ¿no crees que el chocolate debería ser una?

En los estados de Tabasco y Oaxaca es donde actualmente se produce este delicioso alimento mexicano, que además de brindar energía, ha probado su utilidad al aplicarse como tratamiento para la piel y ser una buena fuente proteína. Y tú, ¿qué tipo de chocolate prefieres?