Probablemente, el espacio más reconocido de la ciudad de Monterrey es su Macroplaza. En este punto, la tradición y la modernidad se unen en la arquitectura: Es el lugar de encuentro para la catedral de la ciudad y el Faro del Comercio. La primera, data del siglo XVIII y es una de las iglesias mexicanas mejor conservadas, su estilo barroco contrasta con el laser de color verde, visible desde toda la ciudad, que corona el monumento llamado Faro del Comercio, sobre el cual se comenta que el autor fuese Luis Barragán, distinguido arquitecto mexicano, quien nunca reconoció la autoría del diseño de este obelisco. Además de estos emblemas de la ciudad, en la Macroplaza se encuentran el Museo de Historia Mexicana y el Museo del Noroeste.
El Paseo Santa Lucía recorre el corazón de la ciudad y conecta algunos otros de sus atractivos más importantes. En un extremo, el Parque Fundidora, recinto cultural de importancia internacional en el que se llevan a cabo eventos de todo tipo y para público muy diverso, sobre todo festivales musicales, que en últimos años han atraído al turismo de todo el mundo. Este centro de espectáculos fue construido sobre la antigua Fundidora Monterrey, por lo que además de ser lugar de espectáculos, en el Parque Fundidora, los visitantes pueden hospedarse, acudir al centro de negocios y aprender más de la historia de la industria acerera en el estado.
La riqueza de esta ciudad también se traduce a sus inigualables escenarios naturales, perfectos para los deportistas o los viajeros en general, que buscan apreciar la diversidad mexicana en todo su esplendor. En el estado de Nuevo León, los aventureros pueden visitar los cañones de Matacanes, el Salto o Laberinto, lugares perfectos para los fotógrafos o los deportistas en busca de emociones fuertes: El rapel es uno de los deportes más practicados en las paredes rocosas de esta zona.
Finalmente, pero no menos importante, la comida en Monterrey es de reconocimiento nacional. En toda la ciudad es común encontrar platillos como la Machaca, el Cabrito o los Frijoles charros, cuya principal inspiración es la tradición ganadera que desde hace mucho tiempo se da en la región. Las Glorias son un dulce típico que no puedes dejar de probar, hechas con obleas y leche quemada, son un recuerdo perfecto de tu visita a la ciudad. Su sabor es muy similar al de la cajeta, pero con un toque único de esta golosina elaborada de manera artesanal.
Nuevo León es, actualmente, uno de los estados más importantes en el país y su capital te permitirá crear una experiencia inolvidable y satisfactoria para todos tus sentidos. ¡Visita Monterrey!
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